En este 2023 que iniciamos tuve la experiencia, por casualidad, de leer dos autores a la vez, uno por la tarde y el otro por la noche.
Esta, para mí, novedosa actividad me llevó inesperadamente por dos caminos paralelos y a la vez contrastantes, ya que por la tarde leía a Elizabeth Gaskell y por la noche a Simone de Beauvoir.

Elizabeth Gaskell, la escritora inglesa de la época victoriana y su novela NORTE Y SUR evocan un mundo de comienzos de la Revolución Industrial y a una protagonista femenina, Margaret que maneja los códigos y valores admitidos en la sociedad del XIX.

No obstante Margaret, al igual que los personajes femeninos creados por las hermanas Brönte o anteriormente Jane Austen, se caracteriza por una inteligencia y talento especial que le da una independencia mental que suple en buena medida los límites que las convenciones sociales le imponen.
Las heroínas de las novelas inglesas del siglo XIX son independientes al menos en su pensamiento, el pasaje a la acción aún las encontrará muy mesuradas.
Por todo lo anterior el pasar a la lectura de LA INVITADA de Simone de Beauvoir cada día implicaba establecer un contraste realmente profundo.

En LA INVITADA Simone de Beauvoir, la gran escritora feminista francesa, desarrolla el tema del triángulo amoroso, pero no en su versión habitual, clandestina, sino como una modalidad nueva de relacionamiento conciente y admitido por los participantes. Como puede verse existe un verdadero abismo entre los planteos de moral victoriana de Gaskell y la temática de Beauvoir. Podemos además señalar que la estructura y estilo de ambas narraciones son también absolutamente distintos.

Sin embargo a lo largo de estas lecturas paralelas es posible encontrar un elemento de conjunción en el tema de la búsqueda de la identidad femenina a lo largo del tiempo.
Tanto la Margaret de Gaskell como la Francisca de Beauvoir tratan de encontrarse a sí mismas en mundos que en principio ya tienen establecido el rol que le corresponde a la mujer.
Si bien podría decirse que Francisca fracasa en su experimento transgresor y Margaret apenas logra vencer a las presiones sociales, las dos son eslabones de una cadena que aún no ha terminado de cerrarse.
Quizás el siglo XXI nos sorprenda con personajes femeninos que muestren un modelo de mujer autogestionado. Mientras tanto a no temerle a las lecturas paralelas a veces pueden resultar muy positivas.
Hasta una próxima entrada, amigos y Feliz Día de la Mujer el próximo 8 de Marzo!